BUDAPEST RULES

Despues de mi viaje a Bruselas (un espectacular viaje a ver a mi amado Carlos con mi tambien amado Nacho, para el 15 de febrero) me volvia a picar el gusanillo de moverme. Y despues de comprobar como las lineas de bajo coste se hartan de cachondearse de los pobres turistas con poco dinero, el viaje que habiamos decidido (BERLIN) se convirtiò en un vuelo de ida a Budapest y de vuelta por Bratislava.

Lo primero de todo fue ir del aeropuerto a nuestro albergue. Facil. Lo segundo fue encontrar nuestro albergue una vez que estuvimos en la puerta. El albergue era un piso que estaba en el bajo de un patio de vecinos con 2 habitaciones con 4 literas (viva el IKEA), con una sala comun y cocian. Basicamente fue como alquilar un apartamento en la playa, pero sin playa y con caseros. Los caseros eran, a saber, un chuloperas de Miami con su novia (hungara y bastante hermosa la nina, al contrario que lo que vi de sus conciudadanas) y un numero indeterminado de entre 2 y 9 anglosajones o sajones o yanquis o putos australianos. El caso es que aposentados fuimos a la busqueda de la primera de nuestras (segun estimaciones) 50 cervezas de medio litro por persona.

Encontramos el peor antro posible. Ay que ver como me gustan estos sitios. Electronica chunga, mogollon de salas, colgados a tuttiplen y cerveza barata. El mismisimo paraiso si lo comparas con lo que suelo degustar semanalmente en Turin. Un buen calentamiento antes de ver Pest (al este del Danubio) el primer dia, Buda (al otro lado del rio) el segundo y un parque que estaba alejado del centro.

La ciudad me recordo muchisimo a Viena. Pero en cutre